Conferencia:
Nai-inritsu. El último secreto del haiku
Vicente Haya
Siempre que doy un curso de haiku en España o en Iberoamérica, los organizadores del mismo, indefectiblemente, me hacen una petición: «¿Dedicarás alguna sesión a hablar del nai-inritsu (ritmo interior del haiku)?». La petición tiene sentido, pues, que yo sepa, fuera de las fronteras japonesas no hay maestros de haiku explicando el nai-inritsu. Vamos a intentar, en este artículo, aclarar algunas cosas esenciales.
- Metro y ritmo no son lo mismo
Para empezar, habría que decir que una cosa es el metro y otra es el ritmo de un haiku. Dos haikus pueden tener un metro 5-7-5, por ejemplo, y ser rítmicamente muy distintos. No hace falta saber japonés para comprender que estos dos haikus que siguen tienen el mismo metro 5-7-5 y sin embargo se leen de forma diferente:
こほろぎや眼を見はれども闇は闇
kôrogi ya
me o miharedomo
yami wa yami
春の日や人何もせぬ小村かな
haru no hi ya
hito nani mo senu
komura kana
Incluso sin traducción, se ve claramente que las palabras están divididas en sílabas de distinta longitud y presentadas en diferente orden.
Ya la forma métrica 5-7-5 (que es la que se supone que debe tener el haiku) presenta decenas de distintas variedades rítmicas. Pero, además, al menos un 50% del haiku clásico y el 100% del haiku libre no han sido escritos en 5-7-5. Por más que queramos presentar todos los haikus clásicos en 5-7-5, es imposible. A veces el resultado es tan absurdo como romper el mugido de una vaca por la mitad:
牛もうもうもうと霧から出たりけり
Ushi mou mo-
-u mou kiri kara
detarikeri
La vaca «muu, mu-
-u, muu» desde la niebla
surgió
¡Pues, si ni siquiera los haikus de 5-7-5 tienen siempre el mismo ritmo, menos aún los que presentan otras estrofas!
Tampoco es verdad que la extensión del haiku sea de 17 sílabas (aunque es más ajustado a la realidad que lo del 5-7-5). Aquí las cifras varían y se acercan más a «la definición de manual» de lo que es un haiku, ya que un 90% del haiku clásico (o tal vez algo más) cuenta con 17 sílabas. Pero no es menos cierto que el haiku «de metro roto» (desde 16 a 21 sílabas) existía ya desde el siglo XVII; y no es menos cierto que al haiku de metro libre no se le puede negar su condición de haiku. Este último fascina particularmente en el Japón actual por su originalidad, aunque no sea muy cultivado. En resumen, en Japón, las sílabas de un haiku pueden variar entre 8 y 23. No es imposible que encontremos incluso algún haiku de más o de menos extensión, pero hasta ahora mi experiencia me da esos datos y no otros. Y yo me pregunto: si en Japón, con un idioma sintético como el japonés (en el que se puede decir mucho con tan solo una sílaba-ideograma) se puede considerar «haiku» un poema que vaya desde 8 a 23 sílabas, siempre que tenga el espíritu del haiku, ¿por qué los castellano-parlantes queremos ser más japoneses que los japoneses y rechazamos la condición de haiku cuando tiene, por ejemplo, 19 o 20 sílabas?
Nadie puede negar que esto es un haiku:
寒い雲がいそぐ
Samui / kumo ga isogu
Hace frío…
Se apresuran las nubes
Tanto como este otro:
昼ふかく草ふかく蛇に呑まれる蛙の声
hiru fukaku
kusa fukaku
hebi ni nomareru
kaeru no koe
Avanzado el mediodía
en lo profundo de la hierba:
la voz de una rana
tragada por una serpiente.
¡Cuatro versos y es haiku! La cuestión no es cuántos versos o cuántas sílabas tiene un poema para poder ser considerado haiku, sino si responde a la esencia del haiku. Tenemos un caso claro del mismísimo Bashô. En este que sigue, Bashô se aventura con un haiku de 4 versos que, sin embargo, acaba no siendo haiku:
櫓の声波を打って腸氷る夜や涙
ro no koe
nami o utte
harawata kôru
yo ya namida
La voz de los remos
golpeando las olas
Se congelan las tripas
La noche y las lágrimas.
Hasta el tercer verso podría casi haberse defendido la condición de haiku, aunque esa «voz de los remos» es una metáfora como la copa de un pino. Pero el cuarto verso lo sitúa ya irremisiblemente en el universo de la Poesía: «la noche y las lágrimas». Poetas de haiku que leéis este artículo, grábenlo bien en sus mentes: los «y» no funcionan en haiku. Cuando leen antologías de haikus que hablan de «esto y lo otro», normalmente son obra de los traductores; no estaba en el original. Los «y» son presuntuosos y pretenden agotar la escena del aware; parece como si ya no hubiera nada más que lo que el poeta dice que le ha impresionado.
Con relación a las cesuras métricas habría mucho que decir. En las publicaciones japonesas los haikus se presentan en una sola línea vertical, sin cesuras. Los lectores y los traductores sabemos que cuando aparece un kireji antes del final del haiku comienza otro verso; pero eso tan solo es meridianamente claro con el ya. Los otros kireji, o son ambivalentes (como el no) o suelen darse al final del haiku (keri, kana) y, por tanto, después de ellos no comienza nada. Así que podría decirse que las cesuras en japonés propiamente no existen y que hacerlas en uno u otro lugar depende del lector que los recita y/o el traductor que los presenta en otro idioma. Hay haikus imposibles de traducir de una sola manera porque resulta tan válido hacer unas cesuras como hacer otras. Pero, en general, suele haber consenso entre lectores y traductores en los lugares por donde debe cortarse cada haiku para que tenga sentido. Resumiríamos diciendo que los haikus en japonés suelen presentar dos cortes (de los que resultan tres versos), pero hay haikus en los que es más natural una sola cesura (es decir, solo dos versos). Excepcionalmente, encontramos incluso haikus de cuatro versos (tres cortes, como el de hiru fukaku) o haikus en los que no tiene demasiado sentido ningún corte, como, por ejemplo, este de Santôka:
こほろぎになかれてばかり
kôrogi ni nakarete bakari
Solamente grillos que me cantan.
Si queremos comprender la esencia del haiku, diremos que, así como es falso que el haiku japonés solo pueda tener 5-7-5 sílabas, no lo es que el kigo (palabra estacional) es muy importante en él. El kigo nos ubica en el momento del año y ahí reside gran parte de la «información epidérmica» –permítaseme la pedantería– que nos da el haiku. Nuestra piel se estremece de forma diferente en cada una de las estaciones del año. Pero también sabemos que existe un tipo de haiku que es el mu-kigo haiku (haiku sin kigo) y eso quiere decir que no pierde su esencia careciendo de kigo. Por tanto, debe de haber otras características del haiku que lo hacen ser lo que es, aparte del kigo. Los dos secretos del haiku son: haimi y nai-inritsu: sabor a haiku y ritmo interior. Hasta ahora, en los 17 libros que llevo publicados en castellano, he hablado tan solo del primero de los secretos, pues soy bien consciente de lo difícil de su logro entre los que se inician en el haiku. Ahora toca hablar de lo segundo; eso que hace que una antología de haikus en japonés sea fascinante tanto en la forma como en el contenido, a diferencia de las aburridas antologías de haiku que nos encontramos en nuestro idioma.
El último secreto del haiku es su ritmo. En el fondo, cuando ya las palabras se desatan de los conceptos que traen a cuestas, todos los haikus pueden presentarse como una percusión. En el futuro, no es imposible que una reunión de poetas de haikus (lo que era antes un renga-kai), leyendo lo que han trabajado desde la última vez que se vieron, acabe transformándose, después de haber sido un catering de sabores, en un concierto de percusión.
- Antología de diferentes metros del haiku japonés
Podríamos poner infinitos ejemplos de haikus contemporáneos que ni tienen 5-7-5 ni suman 17. Pero eso sería muy fácil. Eso puede hacerlo todo el que vaya a cualquiera de las publicaciones de Santôka o de Hôsai que están en el mercado. Así que, para que nadie diga que hacemos trampa, vamos a citar en esta ocasión solo haikus de 17 sílabas que están escritos en estrofas distintas al 5-7-5. Y veremos qué variedad, qué riqueza de ritmos, qué musicalidad presentan. De algunas de estas estrofas solo hemos encontrado uno o dos ejemplos; sin embargo, de otras (8-4-5, 9-3-5, 7-5-5, 5-4-8…) nos hemos vistos obligados a elegir tan solo uno de entre decenas de ejemplos… Algunos, incluso, tienen silencios en mitad de un verso (que señalamos con puntos suspensivos).
Veamos un breve muestrario de ejemplos:
haiku nº 1 de 17 sílabas (9/3/5)
わが形の吹かれて長き枯野哉
waga kage no fukarete
nagaki
kareno kana
Soplando mi sombra
larga
campiña seca.
haiku nº 2 de 17 sílabas (9/8)
大空を仰げば梅の匂ひかな
ôzora o aogeba
ume no nioi kana
Contemplando el cielo inmenso…
¡el aroma de los ciruelos!
haiku nº 3 de 17 sílabas (5…3/4/5)
かたまるや散るや蛍の川の上
katamaru ya… chiru ya
hotaru no
kawa no ue
Se conglomeran… se dispersan
las luciérnagas
sobre el río.
haiku nº 4 de 17 sílabas (5/7/3…2)
こほろぎや眼を見はれども闇は闇
kôrogi ya
me o miharedomo
yami wa… yami
Los grillos…
Aunque tengo los ojos abiertos
solo hay oscuridad, oscuridad…
haiku nº 5 de 17 sílabas (5…2/2…3/5)
越えてゆく山また山は冬の山
koete yuku… yama
mata… yama wa
fuyu no yama
Campo a través
montañas y más montañas,
montañas de invierno.
haiku nº 6 de 17 sílabas (5…4/3…5)
あさがほの白きは露も見えぬなり
asagao no.… shiroki wa
tsuyu mo… mienu nari
Dondiego de día:
en su blancura
no se ve el rocío.
haiku nº 7 de 17 sílabas (5/10/2)
冬の夜の鏡にうつるものにわれ
fuyu no yo no
kagami ni utsuru mono ni
ware
La noche de invierno…
Entre las cosas que se reflejan en el espejo:
yo.
haiku nº 8 de 17 sílabas (5/2…5/5)
春の日や人何もせぬ小村かな
haru no hi ya
hito… nani mo senu
komura kana
Un día de primavera.
Gente que no hace nada
en la pequeña aldea.
haiku nº 9 de 17 sílabas (5/3…4/5)
五月雨やある夜ひそかに松の月
samidare ya
aru yo… hisoka ni
matsu no tsuki
Temporada de lluvias –
Una noche en secreto,
la luna entre los pinos.
haiku nº 10 de 17 sílabas (5/3/9)
人も見ぬ春や鏡のうらの梅
hito mo minu
haru ya
kagami no ura no ume
Primavera ignorada:
en el reverso del espejo,
la flor del ciruelo.
haiku nº 11 de 17 sílabas (5/4…3/5)
山路来て何やらゆかし菫草
yamaji kite
nani-yara… yukashi
sumiregusa
Viniendo por el camino de la montaña,
qué será… Tan hermoso…
Unas violetas.
haiku nº 12 de 17 sílabas (5/4…3/5)
湯の中や首から首へとぶ小てふ
yu no naka ya
kubi kara… kubi e
tobu kochô
En el baño público,
de una cabeza a otra
vuela una pequeña mariposa.
haiku nº 13 de 17 sílabas (5/4/8)
ほとゝぎす大竹藪をもる月夜
hototogisu
ôtake
yabu o moru tsukiyo
Canta el cuco
por entre el bosque de grandes bambúes
se filtra la noche de luna.
haiku nº 14 de 17 sílabas (5/5/2…5)
夏川や橋あれど馬水を行く
natsu kawa ya
hashi aredo
uma… mizu o yuku
Río de verano –
Aunque hay puente,
el caballo… va por el agua.
haiku nº 15 de 17 sílabas (5/8/4)
魚屋が魚読みあぐる陽だまり
sakanaya ga
sakana yomiaguru
hidamari
El mercado del pescado,
los nombres de los peces
son voceados a pleno sol.
haiku nº 16 de 17 sílabas (5/12)
春雨や美しうなる物ばかり
harusame ya
utsukushiu naru mono bakari
Lluvia de primavera –
Nada más que cosas que se vuelven hermosas.
haiku nº 17 de 17 sílabas (8/4…5)
老いなりし鵜飼ことしは見えぬかな
oinarishi ukai
kotoshi wa… mienu kana
Ya es muy mayor
el que pesca con cormoranes,
este año no lo veo.
haiku nº 18 de 17 sílabas (8/9)
橋渡る人にしづまる蛙かな
hashi wataru hito ni
shizumaru kawazu kana
Alguien cruza el puente,
las ranas se quedan quietas.
haiku nº 19 de 17 sílabas (4/7/6)
秋空ただよふ雲の一人となる
akizora
tadayou kumo no
hitori to naru
Nubes que pasan
por el cielo de otoño…
Me he quedado solo.
haiku nº 20 de 17 sílabas (4/9/5)
しぐれてその字が読のない道しるべ
shigurete
sono ji ga yomi no nai
michi shirube
Lloviznando,
no hay quien lea
la señal del camino.
haiku nº 21 de 17 sílabas (7/5/5)
翅触るるまで雁のこゑかたまれり
hane fururu made
kari no koe
katamareri
Hasta entrechocarse las alas,
los cantos de los gansos salvajes
se han fundido en uno.
haiku nº 22 de 17 sílabas (8/4/5)
斯う活て居るも不思議ぞ花の陰
kô ikite iru mo
fushigi zo
hana no kage
Estar tan vivo…
¡qué cosa tan misteriosa…!
A la sombra de los cerezos…
A partir de una búsqueda aleatoria durante unas horas, en total hemos conseguido encontrar y poder citar estas distintas estrofas de 17 sílabas: (4/7/6) haiku nº 19, (4/8/5) haiku nº 20, (5…2/2…3/5) haiku nº 5, (5…3/4/5) haiku nº 3, (5…4/3…5) haiku nº 6, (5/10/2) haiku nº 7, (5/12) haiku nº 16, (5/2…5/5) haiku nº 8, (5/3…4/5) haiku nº 9, (5/3/9) haiku nº 10, (5/4…3/5) haiku nº 11, (5/4…3/5) haiku nº 12, (5/4/8) haiku nº 13, (5/5/2…5) haiku nº 14, (5/7/3…2) haiku nº 4, (5/8/4) haiku nº 15, (7/5/5) haiku nº 21, (8/4…5) haiku nº 17, (8/4/5) haiku nº 22, (8/9) haiku nº 18,(9/3/5) haiku nº 1, (9/8) haiku nº 2.
- En conclusión
Yo no digo que los japoneses no escriban haikus en 5-7-5, eso sería una insensatez. Lo que digo es que ni es el único metro, ni es esencial al haiku. El 5-7-5 sería más bien de donde se parte: el cuaderno rayado de cuando hacíamos nuestras primeras letras en la infancia; el esquema del que partimos. Cuando aprendíamos a montar en bicicleta, las primeras veces ¿no teníamos a nuestro padre detrás de nosotros sujetándonos el sillín para que no nos cayéramos? Eso es el 5-7-5. Así que nadie afirme que yo digo que los japoneses no escriben haikus en 5-7-5; lo que digo es que nada más que en 5-7-5 solo escriben en Japón los niños y los amateurs. Y que, a medida que un poeta de haiku es más grande, como Buson por ejemplo, menos utiliza el 5-7-5, llegando al 35-40% de frecuencia de uso.
Porque, cuando ya nos movemos con soltura en la brevedad del metro, se nos permite expresarnos con la forma estrófica de lo que estamos queriendo comunicar: la forma que debe tener el haiku es la que mejor exprese el contenido. El mundo quiere decirse a través de ti. Por eso no puedes, no debes, amordazar el aware en el metro siempre idéntico del 5-7-5, y, dentro del 5-7-5, de los muchos ritmos que a su vez podrían darse, siempre la misma cantinela: PÁPAPA-PAPA / PAPAPÁ-PAPAPÁPA / PÁPAPA-PAPA.
Vicente Haya. Escritor y crítico literario español. Doctor en filosofía, traductor de poesía japonesa y discípulo de Reiji Nagakawa. Imparte cursos de traducción al haiku. También es profesor eventual de universidades españolas y conferencista especializado en diálogo interreligioso. Es autor, entre otros libros, de Haiku-do, Aware: Iniciación al haiku japonés, Saborear el agua: 100 haikus de un monje zen, Haiku: la vía de los sentidos, Haikus japoneses de vuelo mágico, El espacio interior del haiku y El monje desnudo: 100 haikus.
Esta conferencia fue dictada por Vicente Haya en el Centro Cultural Benjamín Carrión, el 12 de marzo de 2015, dentro de la programación del encuentro «El secreto del haiku».